PILAR DEL CAMPO PUERTA
La conversación con María fue un no parar.
- Y de los MUSOS ¿qué? - preguntó ella.
- No puedo decirte mucho -contesté
Es cierto que la historia no cuenta demasiado de ellos, pero he encontrado una opinión que dice así:
Es cierto que la historia no cuenta demasiado de ellos, pero he encontrado una opinión que dice así:
En la
literatura, en la pintura, en la canción abundan masivamente los sujetos
idealizados con nombre de mujer ... pero apenas de hombres. Casi por antonomasia,
el desnudo en la pintura es el desnudo de la mujer pero aún tratándose del
desnudo actual del hombre, el autor es un artista del mismo género. La
celebración de la belleza, el canto al amor, las desesperadas melodías que
evocan al amado, se refieren concretamente a una amada. ¿Cuándo abundarán las
coplas en que se requiebre habitualmente a un hombre? Probablemente ya no
sucederá nunca. Ha caducado ya el tiempo de la desigualdad y con él los pedestales
y la veneración, el arrobamiento o la esclavitud ante el deslumbrante poder
concedido al otro.
Información de http://www.elboomeran.com/blog-post/11/4625/vicente-verdu/musas-y-musos/
Hombre secándose una pierna (Gustave Caillebotte) |
Pero entonces se me ocurre sacar a relucir a Rosalía de Castro. La escritora
romántica nacida en
Santiago de Compostela en 1837 y que murió en Padrón en 1885. De vida oscura y penosa desde la infancia, amargura que arrastró
siempre y que fue determinante para su melancólica obra poética escrita en castellano y en gallego,siempre en búsqueda constante de algo; tal vez, la felicidad.
Pero Alberto Machado de la Rosa, estudioso de Rosalía, nos pone en el camino de conocer mejor a la mujer. De forma resumida viene a decir que Aurelio Aguirre, amigo de Manuel Murgía fue el primer amor de Rosalía, quien con 15
años le correspondió, pero al poco tiempo, con 19 años le abandonó y mantuvo
amores adultos con un desconocido de Padrón y dejó de ser virgen.
Aurelio
Aguirre la sigue persiguiendo y atormentando; mientras que Manuel Murgía intenta consolar
a Aguirre, al tiempo que elogia la poesía de Rosalía.
En
1857 Aguirre muere accidentalmente a los 24 años y al año siguiente, en 1858
Rosalía se casa con Manuel Murgía.
La
vida del matrimonio fue larga y a pesar de la lucha íntima por la fidelidad a
su marido, Rosalía se siente irremediablemente arrastrada por el amante de
Padrón bajo la maldición constante de la sombra negra de novio Aurelio Aguirre.
Pero
ya después de casada, la furia carnal de la pasión la lleva, desesperadamente, a
entregarse al amante, que odió de manera patológica.
Por otro lado, según otro estudio de Marina Mayoral, Sobre el amor en Rosalía de Castro y sobre la destrucción de ciertas cartas. Se puede leer que:
Dejando aparte la
fantasía romántica (el amante muerto se aparece a la joven para mostrarle su «incrédula sonrisa»), y recordando que es muy frecuente en Rosalía
el empleo de personajes masculinos para expresar sus propias ideas, veremos que
esa idea de la inestabilidad del amor, de «los
sentimientos humanos», como dice en su carta, es algo muy frecuente. Examinemos
ahora un poema especialmente interesante, de Obras completas, p. 605:
Ya no mana la fuente, se
agotó manantial;
ya el viajero allí nunca
va su sed a apagar.
Ya no brota la hierba,
ni florece el narciso,
ni en lo aires esparcen
su fragancia los lirios.
Sólo el cauce arenoso de
la seca corriente
le recuerda al sediento
el horror de la muerte.
¡Mas no importa! A lo
lejos otro arroyo murmura
donde humildes violetas
el espacio perfuman.
Y de un sauce el ramaje,
al mirarse en las ondas,
tiende en torno del agua
su fresquísima sombra.
El sediento viajero que
el camino atraviesa
humedece sus labios en
la linfa serena
del arroyo que el árbol
con sus ramas sombrea.
Y dichoso se olvida de
la fuente ya seca.
Información de http://www.letrasgalegas.org/servlet/SirveObras/p2/35759286903917617400080/p0000001.htm)
A María le parece todo esto muy interesante, pero entonces me salta con Disney.
- ¿Qué? -pregunto.
Y entonces me
recuerda la famosa frase que circula entre las jóvenes: ¡Qué daño ha hecho
Disney con los príncipes azules!
Las dos nos
reímos porque es verdad que desde niñas tenemos en la cabeza a los MUSOS hechos
príncipes de cuentos: guapos, altos, valientes, ricos, cariñosos… comparados
únicamente con los MUSOS actuales de gimnasio y alfombra roja.
¿Alguien quiere
más? Pues hala, a escribir con los MUSOS en la mente, pero… sin volverse locas
porque... son inalcanzables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar en esta página.