lunes, 25 de abril de 2016

EL RELATO EPISTOLAR (II) (Contiene el relato "Carta a Deviana")

PILAR DEL CAMPO PUERTA

La mejor demostración que se me ocurre, es ofrecer este relato.


Carta a Deviana

Querida Deviana:

 (…) Tu sonrisa me agrada hasta tal punto, que la percibo en cada signo de caligrafía cuando me cuentas las anécdotas de la pequeña “Popi”. Te hacía falta, y me alegro de que mi empeño se alzase en favor de tu obstinación. Desde pequeñita habías deseado algo así, que fuera muy tuyo, que tuviera confianza en ti, con quien compartir la risa (esa que a mí me entusiasma), que enjugara tus lágrimas (esas que a mí tanto daño me hacen). Hasta el nombre me parece apropiado, sencillo, ligero, pronunciable, me recuerda el sonido de un primer balbuceo, de un primer alimento, de un primer beso, de un primer juego, de un primer lamento… ¡Cómo lamento no estar a tu lado! ¡Cómo lamento no tener cera a “Popi”, o mejor, ser “Popi”, ¡para que tu mano me premiara con una caricia! Espero que este tiempo de distancia se vaya acortando, pues no deseo más que notar tu mano sobre la mía, por eso cuando este papel te llegue acarícialo porque lleva parte de mí.

Puedes leer el relato completo pinchando aquí


CONSEJO: Escribir cartas es un ejercicio sano que se debe practicar  a menudo para no perder la costumbre. 

CONSEJO: Escribir un relato en forma de epístola tiene un atractivo especial. Pruébalo. No te arrepentirás.


¡Espero que te haya gustado! Continuará...

NOTA:
Recuerda que siempre hay que citar la fuente de información. Para citar este post, puedes hacerlo de la siguiente manera, por el método Harvard:

Apellido, Inicial del nombre (Año de publicación): "Título de la entrada del post del blog". Título del blog en cursiva, día y mes del post. Disponible en: URL del recurso [Consulta: día-mes-año].


lunes, 18 de abril de 2016

EL RELATO EPISTOLAR (I)

PILAR DEL CAMPO PUERTA

A María también le aconsejo que sea innovadora y busque nuevas fórmulas para contar sus historias, que no se encasille circulando su mente por la familiaridad de los elementos de siempre.

La epístola, fórmula utilizada para las novelas del siglo XVIII, cayó después en desuso. Valga la anécdota de sobra conocida de cómo la escritora inglesa Jane Austen comenzó el primer borrador de Sentido y sensibilidad en forma epistolar, para luego trasformarlo en la obra que hoy puede leerse, intuyendo que esta forma de narrar podría entrar en declive. No se equivocó. Sin embargo, en la actualidad, ya son varios los autores que eligen este método para expresarse.

La epístola se asemeja al diario. Se narra desde el sentimiento más profundo, desde la punzada interior, desde la mente atormentada y siempre en primera persona. Las amistades peligrosas (Laclos), La nueva Eloísa (Rouseau), Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso (Miguel Delibes), o Boquitas pintadas (Manuel Puig) son una pequeña muestra de este género en diversas épocas, que si bien no es prolijo sigue manteniéndose en la actualidad y lo que hay que procurar es que no decaiga. Con reflexión profunda y personal puede decirse mucho a través de una carta, más que mirando a los ojos; así los personajes de ficción entran en un monólogo interior tan profundo y una comunicación tan abierta que pueden hacer subir la temperatura de una novela.

 Y ya que menciono el monólogo interior quiero aclarar a María dos modos de interiorización. La primera, la profunda, la reflexiva, la filosófica, -esa misma que puede ser plasmada en una epístola- o quedar para sí:

…Nazaret se arrodilló sobre las losas grises y blancas. Cuánta tiniebla. “Y sé que hay que dejarlo dormir en la proa de la barca. Y sé que nadie más que Él podría dormir entre tantos embates. Y sé que mucha gente lo despierta para pedir mercedes… Y sé en mitad de esta noche sin término, que yo no debo hacerlo. Apretaré los dientes y confiaré. Él pagó por adelantado. Que duerma como duermen los viejos, traspuestos y doblegados ya por el cansancio. Quizá mientras viva no lo vea nunca más despierto. Sólo en la ribera de allá del lago… Pero ¿existe de veras aquella ribera? ¿Existe la otra orilla?”  Nazaret se santiguó…

La monja Nazaret es la protagonista de Las afueras de Dios de Antonio Gala.

La segunda fórmula de monólogo interior, tiene carácter más abierto, coloquial, dinámico, aunque no pierda forma reflexiva. Es ese monólogo con el que nos encontramos cada uno de nosotros –seres carnales- en cualquier momento y situación:

“Mira que tengo las uñas mal. Si me acuerdo paso por la farmacia a pedir algo para que crezca más y mejor. Cuando pienso en las manos que he tenido siempre, me da rabia vérmelas así. Anda que esa, la pasa lo que a mí, pero no le importa lucir anillos, que mira que son feos unos dedos con muchos anillos y pocas uñas. Tengo que ir a la farmacia sin remedio. ¿O tal vez debería pedir hora al dermatólogo? Igual piensa que soy una exagerada. Vaya birria de uñas...” 

Así, tal cual, pues en condiciones normales, pensamos como hablamos, sin retórica, sin elaboración.


CONSEJO: Hay que tener todo esto muy presente a la hora de poner a pensar a los seres de papel.


¡Espero que te haya gustado! Continuará...

NOTA:
Recuerda que siempre hay que citar la fuente de información. Para citar este post, puedes hacerlo de la siguiente manera, por el método Harvard:

Apellido, Inicial del nombre (Año de publicación): "Título de la entrada del post del blog". Título del blog en cursiva, día y mes del post. Disponible en: URL del recurso [Consulta: día-mes-año].


miércoles, 6 de abril de 2016

UN POCO DE TODO, POR FAVOR

PILAR DEL CAMPO PUERTA

El cuento, la novela, la poesía, las comedias, el ensayo, la crónica, los anales, biografías, autobiografías, memorias y los discursos son referentes de escritura para cualquier escritor.

El cuento es más antiguo que la novela. Tiene su origen en Oriente y llegó a Europa durante la Edad Media; primero fueron las traducciones y luego, los grandes maestros (Bocaccio, don Juan Manuel, Chaucer, Perrault, Grimm, Holffmann, Andersen, Ruiz de Alarcón, Clarín, la Condesa de Pardo Bazán, Valera, Unamuno, Jorge Luis Borges y muchos más a lo largo del tiempo le han ido perfeccionando, sin perder en ningún momento sus características.

El  microcuento, como variante del cuento, aunque sea breve, narra, cuenta algo y deja al lector suspendido del incógnito pues no deja de ser una historia pero con la condición esencial de que empieza y acaba con el mismo personaje o la misma situación. El ejemplo de todos conocido es el famoso “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí” de Augusto Monterroso.

Alexandr Sergueievich Pushkin dijo al respecto de esta variante narrativa, “Hay que ser exactos y breves”. 

CONSEJO: Si la estructura del cuento es: presentación, nudo y desenlace, la del microcuento es: un nudo muy escueto que a la vez es detonante, y el desenlace; eliminando el desarrollo.

La novela moderna basa sus orígenes en España con el Lazarillo de Tormes, obra anónima del siglo XVI, alcanzando su máximo esplendor con el Quijote de Cervantes en el siglo de oro. Desde la picaresca y las andanzas, ha pasado la novela por varias etapas y son diversos los temas que pueden encontrarse actualmente en ella –policíaco, psicológico, fantástico, histórico, rosa, ciencia ficción…
Como dijo Luis Landero “La novela morirá cuando dejemos de soñar”.




CONSEJO: No hay desaprovechar ningún momento de inspiración y cualquier escritor puede atreverse con todos los géneros. Aparecerá el que le haga sentir mejor y seguirá su camino.



¡Espero que te haya gustado! Continuará...

NOTA:
Recuerda que siempre hay que citar la fuente de información. Para citar este post, puedes hacerlo de la siguiente manera, por el método Harvard:

Apellido, Inicial del nombre (Año de publicación): "Título de la entrada del post del blog". Título del blog en cursiva, día y mes del post. Disponible en: URL del recurso [Consulta: día-mes-año].